“El
tango es un pensamiento triste que se baila”
Enrique
Santos Discépolo
Sereno anhelo salir de mis letargos,
tal vez inerte , confuso o distraído,
silente suelo beber
tragos amargos,
desiertos cruzo feliz a pasos largos,
como la sal a las olas voy prendido.
Entre las algas y espumas sostenido,
velero soñador, navío de encargos,
por garfios de pasiones voy herido,
raudo me acerco al puerto indefinido,
la luz final me quema con sus dardos.
A la ruleta me jugué y cobré peldaños,
en los deleites se saciaron mis sentidos,
por consejeros busqué
a los ermitaños,
nunca marché al compás de los rebaños,
los vinos que encontré quedan bebidos.
Miguel Antonio Velasco Cuevas
Popayán, agosto 24 de 2013
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