sábado, 18 de mayo de 2013

La venia bendita




 Pues ya se obtuvo lo que faltaba y ahora sí, con fundación de bolsillo en el bolsillo, se destapó la aspiración sospechada;  Colombia no se debe preocupar por el fututo cercano, ni por el lejano, la alianza habanera produjo resultados y ya entonaron la letra de “aquel amor tan bonito que se nos dio en el camino”.  Al respecto puede oírse una muy buena versión: http://www.youtube.com/watch?v=bYxfdKQ0gVA

 Claro que no hubo sorpresa, el matrimonio se veía venir, sólo faltaban las esquelas confirmatorias del compromiso.

 Diciendo y haciendo el panorama político nacional pasó de nebuloso a tormentoso. Santos que dijo sí, y el narcoterrorismo que avaló el deseo.  “Sólo nuestras almas saben qué es lo que está sucediendo”.

 Indudablemente del dicho al hecho hay mucho trecho y en estos seis meses que vienen son muchos los desamores que se puedan presenciar, pero por ahora la suerte está echada.

 Francisco, ese nuestro pontífice que cuando habla conmociona al mundo católico y al no católico, en sus decididos esfuerzos por estar al lado de los pobres adelanta un proceso de reformas que, según sus palabras “deben hacerse al amparo de líneas éticas”.  Para ello se ha reconocido la falta de trasparencia que en el pasado reciente caracterizó los negocios del Banco Vaticano y se acaba de firmar un acuerdo de cooperación internacional, entre la Santa Sede y los Estados Unidos, para luchar contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

 En Colombia no se sabe de eso, y los mejores  esfuerzos de este gobierno desastroso se enfilan en sentido contrario.  Aquí la fuerza se hace para que los cabecillas de una empresa criminal que arrancó mucho antes del bogotazo y perdura en nuestros tiempos, antes que recibir la sanción jurídica y política que en justicia les corresponde, consigan por  gracia del enamoramiento y del ablandamiento de los principios, todo lo que no pudieron conseguir en una vida de violaciones, delincuencias, genocidios y saqueos.

 Timochenko y su pandilla están de plácemes.  Por ahora han conseguido demostrar que delinquir sí paga, y que esos rollos reaccionarios de la verdad, la justicia y la reparación bien pueden esperar otro siglo.

 Aunque nadie que se encuentre en sano juicio puede explicarse cómo lograría reelegirse  –modo verbal harto antidemocrático-  un presidente  que no ha hecho méritos para pensar en semejante premio.

 Ya finalizado este cuatrienio por  precipitación presidencial,  que eso fue lo que sucedió el pasado viernes,  se nos vino encima una campaña anticipada que dará tela para todas las tiendas.

 Mientras de este lado los presupuestos de la prosperidad democrática marcan saldo rojo en rubros tan sensibles como las reformas a la justicia,  la salud y la educación;  acusan graves pérdidas de mar territorial sin que se inicien acciones oportunas;  y marcan inocultable detrimento en la actividad industrial;  en la orilla opuesta, la de la internacional narcotraficante mas grande del mundo, las gráficas muestran perfiles en alza,  puesto que legalizarán sus fortunas,  no pagarán un día de cárcel,  y pasarán a gobernar por simpe y mera generosidad del establecimiento.

Miguel Antonio Velasco Cuevas
Popayán, mayo de 2013