domingo, 12 de octubre de 2014

Prófugo de alto valor estratégico




 Si la política criminal se ejecutara verticalmente y sin dobleces, otra sería la suerte de estos ariscos territorios donde los gobernantes contribuyen a que perduren violencias y florezcan engaños.

 Las indelebles huellas de la historia siempre muestran que damos vueltas en el pantano, y somos incapaces de mirar  el horizonte en busca de señal que nos conduzca a una salida limpia de toda sospecha.

 Pocos se salvan de la presuntuosa cadena de liviandades y desmanes, confabulaciones y volteretas, negociados, corruptelas, contubernios, abusos y silencios.

 Difícil comprender la endiablada razón que incita a nuestros dirigentes a  preservar pestilencias, a cortejar tiranías, a cultivar  la maleza en lugar de quemarla.

 Repudiable que algunos congresistas pretendan silenciar e insinúen la renuncia al Ministro de Defensa, quien oportunamente nos alertó sobre las ilegítimas autorizaciones que Santos concedió al terrorista "Timochenko"  para que se mueva a sus anchas y viaje a Cuba protegido por el mandatario, como si contra el cabecilla guerrillero no existieran acciones judiciales en curso y condenas ejecutoriadas pendientes de cumplimiento.

 Con el mezquino interés de disfrazarnos la verdad, el señor Santos empuja a Colombia hacia la cofradía de países parias, pues ignora más de cien órdenes de captura vigentes, incluida la circular roja de Interpol, y los requerimientos de la justicia colombiana para que "Timochenko"  purgue penas por asesinatos, entre los que se cuentan el de un ex ministro de defensa, un ex gobernador, una ex ministra y un arzobispo. Además soslaya las decisiones de la propia Corte Penal Internacional que en 2012 condenó al citado terrorista  por reclutamiento de menores.

 Ni los negociadores del establecimiento, ni los del terrorismo, alimentan mínima intención de conducirnos al llano terreno de civilizada convivencia, progresos sociales,  productividad organizada y desarrollos industriales que generen beneficios para todos. Los hechos indican y confirman que la engañifa es carta preferida para avanzar en la consolidación de ventajas económicas, financieras, políticas y judiciales para la delincuencia, mientras a los colombianos de bien, a los eternos engañados, se nos presentan informes maquillados y flojas justificaciones que solo incrementan la desconfianza.

 El libre desplazamiento de "Timochenko" entre Venezuela y Cuba es palpable demostración de que a los cabecillas terroristas se les confirió un status político internacional que por la brutalidad de sus tradicionales acciones no merecen,   y que tampoco se han ganado durante dispersos y  dilatados diálogos en los que se menosprecian las instituciones, las víctimas y la sociedad entera.

 Tanto el presidente Santos, como "Timochenko", burlan flagrantemente el sistema judicial colombiano, porque al citado sujeto criminal no se le han suspendido las investigaciones en curso, ni se le han levantado las ordenes de captura, ni ostenta la condición de negociador plenipotenciario,  que debiera habérsele reconocido previamente, como para tener la exótica facilidad de merodear por la sede del conversatorio y regresar impunemente a su base de operaciones en territorio venezolano.     

 Peligrosa prepotencia de un régimen que rompe la equidad,  atropella la Constitución, elude sentencias judiciales,  y despista a las fuerzas armadas encargadas de capturar o dar de baja al prófugo cabecilla guerrillero.

Miguel Antonio Velasco Cuevas

Popayán, 12.10.14