El entramado del próximo debate electoral, que
ya empieza a mostrar peligrosos tentáculos, exige juiciosas reflexiones e
impone oportunas dinámicas ciudadanas que contribuyan a desarticular mangualas,
en las que perverso direccionamiento de regalías y malsano alistamiento de maquinarias
apalancarán la burla de intereses
colectivos.
Es una coyuntura crítica, no exenta de
presiones y amenazas en algunas localidades, que demanda orientación para quienes,
por disciplina partidista, o por
vocación democrática, quieran acudir a
las urnas y participar libremente en la
toma de decisiones.
Advierto que como en el pasado, así es en el
presente y será en el futuro, pienso y
actúo conforme al ideario de igualdad, justicia y libertad, asumido desde la
niñez y la juventud bajo la magnífica tutela de mi padre, aguerrido dirigente de su tiempo con limpio
liderazgo y francas dotes de solidaridad social, que alcanzó reconocimiento
popular entre gentes de todos los partidos, y obtuvo apoyos necesarios para que
se le eligiera como miembro del Directorio Departamental Conservador, Diputado
a la Asamblea del Cauca en distintos períodos, e integrante de la mesa
directiva de dicha corporación.
En la sencilla calidad de militante raso del partido
conservador colombiano escribo esta columna de opinión, con espíritu y talante doctrinarios
necesariamente inspirados en clásicos principios de derecha, que filosóficamente
me impulsan a luchar por la prevalencia del bien común, promover el repudio a
toda suerte de tiranías, defender los derechos fundamentales de los seres
humanos, proclamar el imperio de la Constitución Nacional, enarbolar banderas
de transparencia en el manejo de lo público, y combatir frontalmente la corrupción administrativa, los
cacicazgos, el nepotismo y toda expresión gubernamental que implique abusivo
ejercicio del poder.
En el sano ejercicio de derechos políticos y cabal cumplimiento de deberes ciudadanos, me
doy a la tarea y asumo la responsabilidad de convocar a las gentes de mi
partido conservador, sin temor de romper la fidelidad a precisas convicciones
ideológicas, para que se sumen al propósito de reconstruir y defender, en un
marco de superiores intereses comunitarios y postulados democráticos, el
profundo sentimiento de caucanidad y de pertenencia que hoy tanto necesitamos.
Dentro de tal empeño brindo y pido respaldo
electoral a Santiago Zambrano Simmonds, joven ingeniero payanés de recto y brillante
desempeño en el servicio público, en el ejercicio de su profesión, y en el
oficio periodístico, actividades todas en las que probadamente se muestra respetuoso
del orden institucional, conocedor de los problemas estructurales que aquejan
al departamento, portador de mensajes solidarios e incluyentes expresamente difundidos desde su
columna de opinión, en la que permanentemente defiende los recursos patrimoniales departamentales,
que son los de las clases populares y de la sociedad caucana en general.
Organizaciones sociales, grupos comunales, partidos
políticos, y fundamentalmente etnias y sectores raciales diversos, han
manifestado su compromiso de apoyo a esta opción de cambio y transición hacia mejores
formas de gobierno, que permitirán el desarrollo y crecimiento del
Cauca en manos de un joven honesto, académicamente formado para la gerencia de
proyectos, la concertación de ideas encaminadas a fortalecer la integridad
territorial y las actividades productivas.
Miguel Antonio Velasco
Cuevas
Popayán, 10.05.15