viernes, 6 de mayo de 2011

Mensaje saludable.

Sin aspavientos, con la natural simplicidad y la concreción conceptual que caracteriza a la buena academia, se realizó certamen político que las élites políticas ignoraron.
Jóvenes interesados en construir futuro, en dignificar la actividad política, en recordar la más pura razón del ser social, que es el trabajo solidario por el bien común, le dieron al Cauca excelente lección de lo que debe hacerse para destrabar el retorcido engranaje en que está convertida la administración de lo público en Colombia.
Sin sabores ni colores de partido, sin carga demagógica, sin palabrería altisonante, amenazante o conflictiva, nos trajeron  saludable mensaje que el  debate electoral necesita.
Compromiso ciudadano, servicio a la comunidad, conocimiento y comprensión de necesidades básicas insatisfechas, preparación racional para la acción, sentido de pertenencia,  aniquilamiento de empresitas electoreras,  mente, corazón y conciencia para enaltecer al ser humano  como piedra angular de la estructura social, son algunos de los pilares en que debe anclarse la política del futuro.
Esto apenas comienza, pero bien, con extraordinaria dosis juvenil y con vocación de permanencia en la batalla por nuestra enferma democracia.
Gentes de todas las esquinas del Departamento, estudiantes comprometidos en las luchas de la inteligencia, candidatos a investiduras de elección popular y personas comunes y corrientes que en silencio construyen tejido social, participaron en el Seminario Alta Gerencia Política en Campañas Electorales, que tuvo como sede el Auditorio Cámara de Comercio.
Ojalá el mensaje y el ejemplo  cundan, quiera Dios que nuestros ilustres congresistas, nuestros connotados burócratas, nuestros eximios figurones públicos, tomen nota de las necesidades que apremian al pueblo que los encumbra, bienvenidos sean sus esfuerzos por  reconducir al Cauca hacia las cimas que la historia le tuvo señaladas, premiada sea su renuncia al enriquecimiento desmedido, y  al ambicioso impulso por amañar la contratación pública en detrimento del interés colectivo.
El esfuerzo de esos jóvenes organizadores del certamen, que contra viento y marea  remaron desde los endebles trazos de la idea hasta la concreción del evento, su magnífica demostración de capacidad para pensar en grande, reconfortan nuestra fe en un mejor destino para todos, pero fundamentalmente para esas nuevas generaciones que exhiben su garra, su valentía y su fuerza para luchar por un ideal.
Esos valientes cultivadores de la utopía, sagaces empresarios del bien, promisorios  arquitectos de castillos éticos, de mansiones morales, de espacios superiores para el debate civilizado y la crítica constructiva, esos naturales abanderados del progreso y de la virtud, merecen nuestro aplauso.  A ellos deseamos éxitos en la moderna quijotada  de formar líderes para la democracia, en estos tiempos en que ese principio constitucional agoniza.
Qué bueno que la juventud quiera jugarse en la búsqueda de la verdad, afirmar el  componente humanitario de la política, fortalecer legítimos nuevos caminos para la convivencia pacífica, y demarcar civilizados escenarios de emprendimiento, distintos a los de violencias generadas por quienes nunca valoraron las bondades de estos territorios, y olvidaron el mandato Divino de amarnos como hermanos.

Miguel Antonio Velasco Cuevas
Popayán, 06.05.11