lunes, 7 de febrero de 2011

Publicidad personal con dinero público?

En la entrada a Popayán, junto al puente "Tomás Castrillón", hay una pancarta gigantesca con tremenda fotografía y ambiguo texto de agradecimiento relacionado con la Industria Licorera del Cauca.
Cada vez que miro eso me pregunto quién le agradece qué a quién y por qué razón se  gasta dinero en publicidad de semejante laya.
No sé decir de dónde salió el dinero para pagar el aviso, ni creo que el aviso se justifique.
De lo que sí estoy seguro es que las entidades competentes, la Controlaría del Cauca y la Procuraduría General de la Nación, deben iniciar las correspondientes investigaciones para determinar si el dinero para el  pago de ese aviso salió del Tesoro Público o del bolsillo de algún particular.
Lo que no puede quedar en la ambigüedad o en la impunidad es de dónde salió la plata para pagar ese aviso en tan vendedora vitrina.
Imposible que las autoridades no lo hayan visto, imposible que la ciudadanía no se haya preguntado lo que yo me pregunto, imposible que en plena contienda electoral no se piense que el transfondo de ese mensaje es político. Imposible, claro está, que los organismos investigadores y de control vayan a permitir, si así se prueba, que la platica de la Industria Licorera del Cauca, que es pública, que es de todos los caucanos, se gaste de tan ladina manera en la promoción personal de alguien.
La verdad se debe conocer. La verdad, en materia de gasto público, es una exigencia permanente en cualquier sociedad honrada.
Si el dinero salió de un bolsillo privado, pues buenísimo. Los caucanos quedaremos contentos y satisfechos al saber que nuestros recursos, los de la Licorera departamental,  permanecen incólumes y en buenas manos. Pero si el dinero para pagar esa promoción publicitaria, que es  promoción publicitaria en pro de un particular -el que aparece en la fotografía- es dinero de la caja oficial,  pues la cosa es a otro precio.
En este caso, que el dinero sea público, esperamos, al culminar las investigaciones, que se impongan las consecuentes sanciones para que todos, tanto los entes de control como los dueños de la plata pública quedemos plenamente satisfechos. Los encargados del control porque cumplieron su deber y nosotros porque no nos dejamos esquilmar.
No sobra decir que si el agradecimiento contenido en el aviso se debe al buen desempeño profesional de alguien, ni siquiera por ello se justifica el aviso, porque a  todos los empleados públicos se les paga para que trabajen y para que trabajen bien.