lunes, 2 de enero de 2017

Sueño salomónico




 … y que  si al moribundo lo internaban para tratarlo en una clínica habría necesidad de manejarlo con extremas precauciones, no por estar seriamente magullado, adolorido, fracturado e infecto, …  sino profundamente podrido,  y su traslado al pabellón de cuidados intensivos tardaba demasiado … un paciente abusado, mil veces traumatizado, desorientado, amnésico,   casi cadáver …

 … los males no eran nuevos, eran antiguos, torcidamente diagnosticados, inducidos los más  y, claro,  fatalmente crónicos …

 … comprimidos, elíxires y linimentos suministrados hasta ese día nunca provinieron de genuinos laboratorios. Al pobre viejo le habían  formulado, vendido, untado, inoculado, embutido e inyectado inanes menjunjes de fabricación clandestina, en cuya composición ningún elemento era  indicado para atacar  precisamente las aniquilantes dolencias …

 … los  médicos consultados, no por ignorancia, sino por ausencia de cartabones éticos, auspiciaban su progresivo deterioro, callando en veces los reales resultados de radiografías y análisis de laboratorio, distorsionando las resonancias, malinterpretando los ultrasonidos, traspapelando el gráfico de recientes tomografías, formulándole dosis inadecuadas de tranquilizantes para alterar su sistema nervioso y al final romperle las paredes gástricas, extinguirle la flora intestinal, desequilibrarle los procesos metabólicos, y paralizarle las funciones hepáticas y renales  … nada se diga de las neuronales …

 … inhumano había  sido el procedimiento … hasta droga psiquiátrica le mezclaban a los extractos vegetales que le hacían ingerir dizque para aligerarle el estómago sin aromas ni estridencias  … ya imaginarán la inagotable mezcla de apariencias, colores y  fetideces que a diario describían las sacrificadas bacteriólogas que estudiaban la hez …

-¿ Y está como ciego?

-… por supuesto. Y le han prescrito unas gafas negras de uso permanente que, válgame Dios, uno no se imagina cómo subsiste sin desnucarse.

-Ahhh … ¿y es que camina?

-… desde luego, … lo hacen caminar para poderlo esquilmar. Le diseñan prótesis, le trasplantan coyunturas, le instalan rodachines, … pero, eso sí,  le arrancaron todas las muelas y le tienen la lengua vuelta un nudo. Babosea como nunca y, obvio, se deshidrata y desperdicia melanina y vitaminas, y el sodio, el calcio, los minerales en general se le escapan por todos los poros. El pobre está como un cristo,  o mejor, es  como un señor caído que imperceptiblemente se desliza hacia el sepulcro …  y no faltan falsos samaritanos que lo ayudan a deslizarse …

-Me indigna usted con tal relato, dijo, me indispone, me produce su descripción una contradictoria reacción de asco y pesar, no sé decirle si es compasión o furia lo que siento, me provoca algo así como mover la mano para barrer en ráfaga todo ese tablero de ajedrez que mentalmente me figuro, pero me apesadumbra correr el riesgo de decapitar peones y deslucir el jaez de los caballos … aunque complacido me sentiría si al final del barrido logro constatar que dejé a los alfiles sin armaduras, que desarticulé la estructura de las torres,  que estrangulé al rey,  y algo más … que me engullí a la reina …  así digan que ya estaba engullida.

Allí despertó, pero lo tienta la ráfaga.

Miguel Antonio Velasco Cuevas

Popayán, 02.01.17