Es una pobre información la que se
tiene sobre "Andrómeda".
El bombazo publicitario de la
revista "Semana" terminará en nada.
Desde el 2007 funcionarios del DAS
sospechaban que inteligencia militar se les adelantaba en temas puntuales, dentro
de interceptaciones efectuadas mediante el sistema "Esperanza" de la
Fiscalía General de la Nación.
Al parecer un funcionario del CTI, elemento de confianza de la Fiscalía, entregaba a los militares de la Cuarta Brigada,
acantonada en Medellín, informes que el DAS requería en el seguimiento de Alias
"Karina" e "Iván Ríos",
dentro de unos proyectos conocidos como "Cazador" y "Fénix".
Alguien de la Fiscalía entregaba a
inteligencia militar la información que el DAS necesitaba, a tal extremo que en
algunos eventos de interceptación legítima, lo que el DAS buscaba lo supo
primero el ejército y nunca lo supo el DAS. Esta conclusión se obtiene al leer el documento "Informe de contrainteligencia
98174 del 9 de junio de 2008" publicado por la revista "Semana".
Nunca se condenó al funcionario de la Fiscalía que supuestamente substraía la
información.
Ese incidente debió originar natural malestar al interior de la
Fiscalía y del DAS, y desde entonces se
le ha pretendido pisar la cuerda a las oficinas de inteligencia militar y a los
militares adscritos a ellas.
Meses después, dos funcionarios del
CTI que trabajaban en la "Sala Gris" de inteligencia militar fueron
condenados por escuchar conversaciones
de funcionarios de la Corte Suprema de Justicia, de la Procuraduría General de
la Nación y de la embajada americana, mediante interceptación ilegal, bajo el
supuesto de que el teléfono intervenido correspondía a miembros del guerrillero
Frente 53. Allí quedó claro que aunque
la interceptación se hizo utilizando equipos de la unidad militar, no fueron
militares quienes incurrieron en la ilicitud, sino civiles adscritos al Cuerpo
Técnico de Investigaciones, obviamente subalternos de la Fiscalía General de la
Nación.
En relación con la misma "Sala
Gris" se presentó un incidente similar, con otro funcionario de la
Fiscalía, el fiscal antiterrorismo Ramiro Antury, que amparado en la confianza que los militares le
brindaban sacaba información sobre los
teléfonos que esa oficina de Inteligencia Militar tenía legalmente
interceptados. En una operación conjunta de la Fiscalía con la DEA, el fiscal
Antury fue arrestado, extraditado a los Estados Unidos y posteriormente
condenado por la Corte del Distrito Sur de Columbia, ante la que aceptó cargos
por narcotráfico y suministro de información a mafiosos.
En el caso "Andrómeda" las
cosas marchan peor. El Fiscal dice que de haber sabido que la oficina era del
Ejército no la habría allanado, tocará creerle, pero ya la allanó y como que
poco encuentra, unos diez computadores, no veintiséis como se había dicho, que
por lo visto y sabido no guardan nada que amerite investigación seria. Está
claro que allí no se interceptaba a nadie porque la oficina pantalla no contaba
con aparatos que permitieran ese procedimiento. El Presidente, por su parte, dice que "Andrómeda"
es una fuerza lícita, aunque en el susto del arranque la alcanzó a ver oscura.
Coletilla: Andrómina significa
embuste.
Miguel Antonio Velasco Cuevas
Popayán, 08.02.14